Cómo allanar la vuelta al trabajo a una persona que ha sufrido cáncer
Volver a lo cotidiano es fundamental para recuperarse, tanto física como mentalmente.
La salud mental va de la mano de la salud física y si el trabajo es gratificante, la vuelta al mismo llena vacíos que limitan la entrada de pensamientos negativos y desmoralizadores.
Septiembre es el mes de la vuelta al trabajo, por excelencia. Esa vuelta es totalmente diferente a la que me estoy refiriendo, pero sí que tienen cosas en común. Se ha desconectado de la rutina, de la organización, de la agenda, de los recordatorios, de los controles, de la formación, etc. Ambas necesitan adaptación y consideración por parte del departamento de Personas, no obstante, los desafíos son diferentes y la duración en adaptarse tiene un proceso más corto en el retorno de las vacaciones, mientras tras una enfermedad grave como es el cáncer la adaptación puede ser más lenta.
Para una persona que ha sufrido cáncer la vuelta al trabajo es fundamental para recuperarse física y emocionalmente.
La prolongación de la esperanza de vida y los avances médico tecnológicos han convertido en muchos casos el cáncer en una enfermedad crónica o incluso curable. Por ello, las personas que retoman su actividad profesional tras haberlo sufrido, van en constante aumento.
Sin embargo, este proceso no debe ser subestimado ni tratado de manera superficial, ya que implica desafíos físicos y emocionales.
Desde el departamento de Personas, es crucial adoptar un enfoque holístico y a largo plazo para garantizar una reintegración exitosa de aquellos empleados que hayan superado el cáncer.
Para facilitar la reincorporación laboral después de una batalla contra esta enfermedad, podríamos resumirlo en cinco puntos esenciales:
1. Retos físicos y psicológicos de la reincorporación: La vuelta al trabajo representa el reencuentro del empleado o empleada con un aspecto fundamental de su vida: su carrera profesional. Aunque este regreso puede tener efectos positivos en la recuperación, también puede desencadenar miedos y preocupaciones, como el temor a no alcanzar el mismo rendimiento o la incertidumbre sobre las relaciones con los compañeros. Por tanto, es clave mostrar empatía hacia su situación y ayudarle a ganar confianza en sí mismo/a.
2. Asistencia al empleado/a a combatir la ansiedad: La reincorporación debe llevarse a cabo de manera gradual y progresiva, manteniendo líneas de comunicación abiertas y brindando la flexibilidad necesaria. Establecer un calendario de reuniones para evaluar su desempeño en el puesto de trabajo es una práctica recomendable. Además, ofrecer herramientas de apoyo, como asesoría psicológica o laboral, puede ser esencial para ayudar al empleado o empleada a lidiar con la ansiedad que puede surgir durante este proceso.
3. Red de apoyo en los equipos: Contar con una red de apoyo dentro de la empresa es un factor crítico para el éxito de la reintegración. Organizar sesiones interactivas para responder preguntas y fomentar la comprensión sobre la enfermedad es una excelente manera de promover la solidaridad entre colegas. Además, incluir al empleado o empleada en proyectos y actividades sociales con normalidad es esencial para su reintegración efectiva.
4. Conciliación familia–trabajo: La empresa debe estar dispuesta a realizar concesiones necesarias, como permitir descansos periódicos, llamadas personales o ausencias por tratamientos médicos. La opción de teletrabajo puede ser beneficiosa en muchos casos. Además, la implementación de herramientas de telemedicina puede brindar a los empleados i empleadas un mejor control de su salud, así como acceso a apoyo psicológico.
5. Autocuidado: Tras superar un cáncer, muchas personas desean recuperar el control de su salud y bienestar. En este sentido, la empresa puede desempeñar un papel activo en la promoción de la salud, proporcionando información y herramientas, como el Código Europeo contra el Cáncer, que ofrece recomendaciones para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. Concienciar sobre un estilo de vida saludable contribuye a la prevención de diversas enfermedades, incluyendo el cáncer. Tener como objetivo la salud integral en la plantilla requiere implementar medidas en salud, atención y confort laboral.
En resumen, la reintegración laboral de empleados que han superado el cáncer requiere un enfoque cuidadoso y compasivo por parte del departamento de Personas, con la consideración de sus necesidades físicas y emocionales. Aunque existen similitudes con la vuelta al trabajo después de las vacaciones, es esencial reconocer las diferencias significativas y abordar cada situación de manera adecuada para garantizar el bienestar y el éxito de los empleados en su camino hacia la recuperación y el desarrollo profesional.
Fuente de inspiración: Cinco claves para facilitar la reincorporación laboral de un empleado tras un cáncer