No hay mejor compañía en un viaje de negocios que un buen libro y si pesa poco, mejor. Un buen guionista permite que los personajes expongan sus mejores razones, dijo César Martín al presentar el libro "L’home del barret” (El hombre del sombrero) de Berta Jardí, el sábado pasado, en el marco incomparable del claustro de St. Francesc en Vilafranca del Penedès.
Una presentación impecable i entretenida, que nos animó a leerlo, resumida en cuatro puntos:
- Exactitud con la elección cariñosa de los adjetivos que describen hechos sin valorarlos por parte de la autora.
- Similitud con la época de ceramista que parte de una materia prima de la más vulgar, barro o arcilla, para ensuciarse las manos y convertirla en un objeto útil para comer, con los pies tocando la realidad.
- Concepto que desprende la persona humana y destaca el carácter individual del personaje, su entorno y el azar de los acontecimientos, describiendo su dignidad.
- Ultima idea, y quizás la más importante, describe la forma que los personajes encaran la vida, mirándola cara a cara preservando la seguridad de los suyos y resaltando la virtud de su fortaleza.
Berta Jardí narra la vida de un hermano de su abuela paterna, con la documentación encontrada en casa. "El hombre del sombrero" es el título de un cuadro de Miró que también le llaman "el chofer" que ha tenido una trayectoria ligada a los coches y los caballos y que lo ha inmortalizado al ser retratado por el genio a sus 25 años de edad. Un relato ideal para leer en un viaje de negocios con largas esperas.
La vida de un hombre en la Barcelona de principios de siglo XX con el Eixample en construcción, y todos sus fracasos, la amistad con Joan Miró, el amor con Lola Anglada, el tardío sacerdocio, etc.
Un sencillo pero delicioso libro en catalan que deseamos sea traducido a otros idiomas, entre ellos el castellano.