Viajes de negocios y tecnología (I) Todo progresa muy rápido
Hace poco, menos de lo que somos conscientes, los viajes de negocios eran radicalmente distintos. Lo recordamos ahora y nos parece mentira cómo podíamos llegar a cerrar tratos sin disponer de un teléfono móvil o una mesa.
Eran viajes de negocios a la tecnología, tal y como la entendemos ahora, tenía una presencia adecuada en la época. Es decir, mínimo. No hace falta poner muchos ejemplos. Con uno tendremos suficiente.
No existían teléfonos móviles y entre otras cosas la planificación era más importante y la improvisación era un riesgo, un riesgo muy presente. Una reunión cancelada sin la posibilidad de avisar podía traer consecuencias. Cambiar la hora de la misma podía ser tan difícil como la conjunción de los planetas. Las comunicaciones eran lentas, menos eficientes. Todo era distinto, evidentemente.
Pero en los últimos años, la irrupción de las nuevas tecnologías, las comunicaciones globales, la movilidad y los dispositivos inteligentes han venido a revolucionar, mejor, los viajes de negocios. Todo se ha transformado.
Hemos convertido a los viajes de negocios en viajes inteligentes.
Y es que los viajes de negocios evolucionan cada vez más influidos por una tecnología que progresa de forma acelerada, de forma desbocada, mejor dicho. Conceptos como biométrica, inteligencia artificial, wearables, smart phones, realidad virtual y realidad aumentada, y muchos otros empezaremos a verlos de forma frecuente, en la práctica, en el transcurso de un viaje de negocios. Tanto desde el punto de vista del propio empresario o trabajador que realiza el viaje, como en la propia gestión del viaje desde la empresa.
¿Y cuáles son estas tecnologías? ¿Qué podemos esperar? ¿Qué riesgos podemos correr?
En esta primera parte, expondremos tres de las principales minirevoluciones que estamos observando. Tres mini revoluciones que han llegado para quedarse. Y en la segunda parte veremos la gran revolución y finalizaremos con todos los riesgos inherentes a estas nuevas tecnologías.
Empecemos pues...
Inteligencia Artificial. Se trata del proceso por el que máquinas tratan gran cantidad de datos, encuentran patrones, repetitivos o no y mediante algoritmos y software muy potente, realizan tareas, trabajos, procesos que anteriormente requerían mano humana.
No es un concepto novedoso, pero los expertos del sector y diferentes estudios recientes concluyen que estamos muy cerca de que muchos procesos del viaje de negocios sean automatizados. Esto no quiere decir que la presencia humana desaparezca, pero sí haya un aumento de la eficacia y de la eficiencia en muchos de los procesos y por tanto un ahorro de costes. Vamos, que todo el mundo gana.
Un ejemplo: Ingenios como Alexa, Siri o Google Assistant, son capaces de realizar reservas en restaurantes o distintos servicios. ¿Cuándo podrán reservar vuelos sin nuestra ayuda? Muy pronto. En este enlace podrá ver un vídeo de Youtube donde Google Assistant, potenciado por la Inteligencia Artificial, hace una reserva en una peluquería. Escuche bien, es en inglés, pero no tiene desperdicio.
Blockchain. Seguro que ha oído hablar de ello, y casi seguro que lo encuentra complicado de entender. Y lo es. Es la tecnología que se encuentra detrás de los famosos bitcoins, esa criptomoneda de la que oímos hablar cada vez más.
Podemos definir Blockchain como una base de datos distribuida que permite registrar y compartir información dentro de una comunidad. ¿Cómo lo hace? Creando una especie de “libro de contabilidad” en el que, nunca mejor dicho, se contabilizan transacciones digitales. Y este libro es compartido en una red distribuida de ordenadores.
Es como un gran libro de transacciones con información encriptada. Y no es de nadie sino de todos. Cada miembro de esta red tiene una copia de la información y valida las actualizaciones de esa misma información con el resto de miembros, de forma colectiva. Y entendemos esta información como cualquier cosa que pueda definirse digitalmente: un contrato, una transacción, ... bueno, casi todo.
Desde grupos hoteleros a aerolíneas, todos están ya estudiando la posibilidad de utilizarla para facilitar, mejorar, hacer más seguras todo tipo de transacciones.
Un ejemplo: En un viaje de negocios suele ser necesario enseñar el pasaporte varias veces, en un solo sitio o en cada una de las etapas. Con blockchain la información del viajero podría ser almacenada y transmitida utilizando esta tecnología, compartiéndose de forma totalmente segura y acelerando sus procesos.
Chatbots. Es un programa informático, complejo, muy complejo, con el que es posible mantener una conversación. Podemos solicitar información sobre productos/servicios. Podemos pedir ayuda con algún problema técnico (soporte) o incluso pedir algo o mejor dicho, pedir que haga algo. Es el resultado, o mejor dicho, está basado en la inteligencia artificial, y evidentemente es mucho más rápido que el ser humano (comparando evidentemente las mismas tareas). Siri o Google Assistant son buenos ejemplos.
Se está incorporando como interlocutor de las marcas y en cierto modo aparecen más dispositivos u otros tipos de programas informáticos como las apps.
Un ejemplo curioso: le sugiero que mire en este enlace un vídeo donde se visualiza la conversación entre dos chatbots. Es en inglés y dentro de la lógica conversacional se esconde una conversación algo surrealista.
Otro ejemplo, serio: KLM, la aerolínea holandesa incorporó un chatbot a través del Facebook Messenger. Parece que su volumen de trabajo a través de las redes sociales (15.000 conversaciones a la semana) les llevó a buscar una forma de mejorar el servicio al cliente a la vez que incrementar la rapidez y la capacidad de personalizar las respuestas. En el primer mes su volumen de mensajes de Facebook aumentó un 40%. Cerca de 2 millones de mensajes se han enviado a través de este medio por más de medio millón de personas.
Hemos visto tres de las tecnologías más promesas y que ya están influyendo en los viaje de negocios. Nos queda hablar de la más importante. De la revolución que ha llegado. El Internet de las Cosas o Internet de las cosas.
Es tal la importancia que dejamos por el artículo correspondiente, la segunda parte: Viajes de empresa y tecnología (II):... pero existen riesgos, y no somos conscientes , todavía.
Y ahí veremos con todas estas tecnologías, que nos harán la vida más fácil, pero mucho más fácil, representan un riesgo que no podemos obviar. Y que sólo se asomó.