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VINSEUM: Un paseo por las Culturas del Vino

VINSEUM: Un paseo por las Culturas del Vino

La inauguración de VINSEUM, el Museo de las Culturas del Vino de Cataluña, destaca el vino catalán como símbolo de tradición, innovación e identidad. Reflexiones sobre el pasado, presente y futuro sostenible del patrimonio vitivinícola catalán, con homenaje al trabajo de generaciones.

 

La inauguración del Museo de las Culturas del Vino de Cataluña, VINSEUM, fue un acontecimiento que me llevó a reflexionar sobre la evolución, la perseverancia y la pasión por el vino, como un eje cultural que define la identidad catalana. En esta ocasión especial, las intervenciones del director del museo, Xavier Fornos, y del somelier Josep Roca son las que más me impactaron por su profundidad, enmarcando la importancia histórica, presente y futura de este proyecto.

Xavier Fornos hizo una conexión vibrante con los orígenes de la viticultura catalana, simbolizada en una pequeña semilla de uva de más de 2.700 años de antigüedad, encontrada en el yacimiento de la Font de la Canya a Avinyonet del Penedès. Esta semilla, más que un simple objeto, es una ventana a un pasado en que el vino comenzaba a arraigar en la cultura catalana. VINSEUM, explicó Fornos, nace para representar esta trayectoria de cerca de 3.000 años, transformándose en un espacio donde el vino es reconocido no sólo como producto, sino como un fenómeno cultural que integra diferentes disciplinas y saberes. El nuevo proyecto del museo se compromete a transmitir al público escolar y formativo la riqueza de esta herencia, a ofrecer claves para entender de dónde venimos y a proyectarnos hacia donde vamos.

Fue Josep Roca, sumiller reconocido a nivel mundial, uno de los tres hermanos del Celler de Can Roca quien en un discurso cargado de emoción resumió la importancia del vino como eje cultural e identitario. Sus palabras, como un trago de vino intenso, evocaron la historia, la perseverancia y la riqueza que el vino representa para Cataluña, con un mensaje tan arraigado como visionario.

En su intervención, Roca, con la humildad que le caracteriza, habló de la evolución del vino como espacio de luz y color, una ventana al Mediterráneo que Cataluña ofrece al mundo. "El vino catalán, hoy, está mejor que nunca", proclamó con un orgullo contagioso. En él, el vino no sólo representa una bebida, sino un espíritu, un modo de vivir y un legado cultural que hay detrás de cada copa de vino y que se proyecta en el futuro. Este sentimiento, casi palpable, invade el espacio de VINSEUM, que, desde Vilafranca del Penedès, acoge la esencia y las historias del mundo vitivinícola catalán.

Tanto Fornos como Roca subrayaron la dimensión humana del vino, el esfuerzo de generaciones y la perseverancia en el trabajo de la viña. En VINSEUM, esta historia toma forma, celebrando no sólo a los grandes productores, sino también a los pequeños vinateros que, con unas pocas hectáreas, mantienen viva la conexión con la tierra. Con sus intervenciones, nos recuerdan que el vino es una expresión de un territorio, de un clima y de una cultura que dialoga con la naturaleza y la historia.

Además, Xavier Fornos destacó la importancia de visibilizar el papel de las mujeres en el mundo vitivinícola, a menudo ignorado en la historia oficial. Este reconocimiento es un paso hacia una comprensión más inclusiva y completa del patrimonio cultural del vino, que ha contribuido a forjar la identidad catalana a lo largo de los siglos. Así, VINSEUM no sólo recoge objetos, sino que también da voz a aquellas personas que, con su trabajo y dedicación, han mantenido viva la cultura del vino. Como tantas mujeres que herederas de fincas y masías mantuvieron su explotación luchando contra males, como fue la filoxera.

El Museo de las Culturas del Vino de Cataluña se erige como un espacio único en el que la historia y la modernidad se encuentran. Es un punto de encuentro entre la sabiduría del pasado y la innovación del presente, cuyo proyecto mira hacia el futuro con la responsabilidad de preservar y difundir un patrimonio que nos define. Esta inauguración marca el inicio de una nueva etapa para VINSEUM y para Cataluña, donde el vino es no sólo una parte de la cultura, sino una expresión del alma de este territorio, destinada a ser compartida con el mundo.

Para mí, formar parte del patronato de la Fundación VINSEUM ha sido una oportunidad para contribuir a este legado, para honrar a los vinateros, campesinos y todos los que han hecho del vino catalán un referente de calidad y autenticidad. Roca nos recuerda que este museo es un "hito histórico", un espacio para poner en valor nuestra tradición, nuestra forma de ser, y transmitirla con orgullo al mundo. Esta inauguración marca un nuevo capítulo donde el vino catalán, en todas sus formas, es celebrado como una obra de arte en sí misma, con la diversidad de terruños, variedades y miradas que configuran la riqueza de Cataluña de la que todo el mundo puede disfrutar. Con el compromiso de honrar el legado, VINSEUM se proyecta como un museo del siglo XXI, abierto a todo el mundo y para todos, que celebra el orgullo de una cultura viva y vibrante. De momento ya le han concedido el Premio al Mejor Museo del Vino d’Europa de la mano de  ITER VINOTIS Itinerario Cultural del Consejo de Europa

Esta Navidad, siguiendo el espíritu de Josep Roca, hacemos que "estalle júbilo" alrededor de la mesa. Brindamos con la familia y los amigos con productos de altísima calidad de nuestro querido Penedès, símbolos de lo que somos y de lo que podemos ser. Que cada copa nos conecte con la historia, el paisaje y las manos que han hecho posible este único legado.

Celebramos estas fiestas con orgullo y agradecimiento, reconociendo que el vino no es sólo una bebida, sino una expresión de cultura, amor por la tierra y esperanza para el futuro. Levantamos las copas por un año lleno de luz, sostenibilidad, igualdad y momentos inolvidables con aquellos que más amamos.

¡Brindemos por unas fiestas llenas de júbilo y por el vino catalán, siempre presente!