Parece una respuesta obvia. Un seguro de vida lo necesito por si quiero dejar arregladas a las personas que son mi familia, cuando me muera.

Pero, ¿qué quiero decir cuando pienso en dejarlos arreglados? Estoy pensando en mi ausencia y en sus consecuencias más inmediatas, pero ¿por qué?

Porque los imprevistos surgen cuando menos lo esperas, la vida tiene un final, nos guste o no, y la salud es impredecible por mucho que nos cuidemos. No es necesario que llegues al final de tu vida, puedes llegar a un momento en que la salud te gaste una mala pasada y sigas aquí, pero en muy peores condiciones.

Datos preliminares

Todos sabemos que la realidad actual es muy cambiante y lo que hoy es seguro mañana deja de serlo. Los trabajos son volátiles porque las profesiones evolucionan. La tecnología va a una velocidad tan rápida que nunca había habido los cambios tan abismales que se están produciendo, y se van a producir en los próximos años.

La mayoría de las compras de vivienda en nuestro país se realizan mediante una hipoteca. Años atrás, los bancos te ofrecían las hipotecas como si fueran churros y comprar viviendas era coser y cantar. Sobraba liquidez bancaria y el capital para comprar una vivienda superaba con creces el porcentaje recomendable, incitando a comprar bienes que, de otro modo, no te hubieras planteado hacer. Casa nueva recién amueblada, coches e incluso viajes eran la causa de un aumento del gasto mensual que debías dedicar a la devolución del préstamo y sus intereses. Con una prima a pagar del seguro de vida bancario, mucho mayor que si lo hubieran contratado a través de una correduría de seguros, maquillada por pagos mensuales.

Nadie pensaba que las cosas podían torcerse y que la vivienda, inversión segura hasta ese momento, podía ser un auténtico quebradero de cabeza, pues nadie se daba cuenta de que, cuando compras una casa para vivir, no debes pensar en hacer negocio.

La aparición del Covid-19 ha sido otra de las eventualidades que nadie predijo y que ha causado tanto dolor en tantas familias. Los imprevistos son así, aparecen cuando menos lo esperas y la experiencia nos dice que deberíamos estar preparados para afrontarlos.

Por todos estos motivos, todos necesitamos tener un seguro de vida.

¿De qué trata un seguro de vida?

Lo primero que nos viene a la cabeza, cuando oímos un seguro de vida es la muerte. Y, como nadie quiere morirse y pensar en ello, nos da “yuyo”, mejor lo dejamos para otra ocasión.

Pero un seguro de vida es más que eso. Es un seguro que garantiza un capital o indemnización económica determinada a los beneficiarios de la misma, que suelen ser los seres más queridos, en caso de que fallezcas, pero también, en caso de tener una enfermedad o accidente grave que suponga tu invalidez como asegurado, el beneficiario eres tú.

Garantizar la seguridad de la familia es la principal razón por la que se suelen contratar estas pólizas, sobre todo cuando la economía familiar depende, en gran medida, de la persona asegurada. Pero, incluso cuando depende de ambos miembros de la pareja, el seguro de vida es una protección.

Vayamos al interrogante. ¿Por qué necesito un seguro de vida?

La indemnización económica del seguro de vida puede ser un gran apoyo en situaciones imprevistas o de riesgo. Podemos resumir en cinco, los motivos o beneficios de los seguros de vida que hacen que te plantees el hecho de contratar uno.

5 Razones para tener un seguro de vida

1. Protege a la familia cuando tú no estés.

Cuando el soporte económico familiar depende en gran parte, o totalmente, de los ingresos de una sola persona, actualmente hay muchas familias monoparentales, la cobertura básica garantiza que los beneficiarios de la póliza dispondrán de una indemnización o una renta, fijada previamente, que reduzca el impacto económico de tu ausencia.

Tras el fallecimiento hay muchos gastos urgentes que los familiares deben afrontar, como son el entierro y el Impuesto sobre Sucesiones, según la Comunidad Autónoma. Esta cantidad también podrá ayudar a cubrirlos.

Aunque todos los seguros de vida protegen frente a la muerte e invalidez por enfermedad o accidente, opcionalmente también pueden dar un doble o triple capital a la contingencia de un accidente de circulación. Esto puede ser de gran ayuda, para aquellas personas que viajan a menudo, en caso de que se produzca el suceso.

Así que, esta es una de las principales razones de los seguros de vida, para que tu familia quede protegida frente a tu posible fallecimiento.

2. Asegura los estudios de tus hijos

El segundo de los beneficios al contratar un seguro de vida es la seguridad del futuro de los más pequeños de la casa. Los hijos siempre nos preocupan y es uno de los motivos por los que se suele pensar al contratar un seguro de vida. La indemnización del seguro tras el fallecimiento del progenitor, si se calcula con cuidado la cuota, puede garantizar la continuidad de los estudios de sus hijos, de modo que no dependan de becas que no siempre se conceden con facilidad.

Los hijos, en el caso de separación de sus padres, pueden quedar más indefensos, puesto que los gastos familiares se multiplican y en caso de la falta de uno de ellos por fallecimiento o invalidez, la situación se complica.

3. Garantizar la amortización de una hipoteca En España, el 30% de las viviendas se han adquirido con un préstamo hipotecario. La mayoría de los bancos dicen que pueden ofrecer mejores condiciones si se contrata, además, un seguro de vida, entre otros. Aunque no es obligatorio, el seguro de vida es una forma de que el banco tenga garantizado que, en caso de fallecimiento, el capital asegurado cubra la cancelación de las cuotas que todavía no se hayan pagado. En estos casos el beneficiario es el banco en primer lugar y los familiares para el capital sobrante si es que lo hay. De esta forma se libera a la familia de la carga económica que supone seguir en la vivienda.

La muerte de uno de los miembros de la unidad familiar que soportan el peso económico de la misma puede suponer un lastre que ponga en peligro seguir en ella o haberse de buscar otro lugar al perderla junto quizás a todos los ahorros que se puso en su compra.

Ya que una invalidez también podría suponer dificultades para seguir pagando las cuotas pendientes de una hipoteca, es muy conveniente tener la garantía de la incapacidad permanente cubierta en el seguro de vida vinculado a la hipoteca. Para más información leer artículo:  Qué saber de un seguro de vida vinculado a un préstamo hipotecario  

Posible Invalidez

Los beneficiarios de un seguro de vida pueden ser los familiares o seres queridos, pero también lo es la propia persona asegurada. La invalidez es una de las causas o contingencias que nos debiera preocupar, al contratar una póliza de vida.

El hecho de que podamos padecer una enfermedad o sufrir un accidente, que nos invalide nuestra vida y no nos permita seguir trabajando, es uno de los motivos de peso que deberíamos tener muy en cuenta.

Debido a una incapacidad permanente total o absoluta, si el asegurado no puede continuar desempeñando su actividad laboral, o, la invalidez le supone asumir tratamientos costosos, es probable que, además de la situación complicada, que en sí conlleva la invalidez, se presenten dificultades económicas.

Esta garantía debería siempre estar incluida en el seguro de vida. Con esta cobertura, el seguro de vida puede adelantar el capital asegurado u otorgar una renta durante el periodo de tiempo que dura la cobertura, para que se puedan hacer frente a los gastos.

Habrá que distinguir qué cobertura es la que contratas, si la Invalidez Permanente Total o/y la Invalidez Permanente Absoluta. Ambas son importantes, pero no todas las pólizas las llevan incluidas.

La Incapacidad Permanente Total es aquella que se declara cuando, debido a los síntomas y/o secuelas de una patología o lesión, un trabajador no puede seguir realizando SU trabajo habitual.

La Incapacidad Permanente Absoluta es aquella que se declara cuando el trabajador no puede continuar activo laboralmente hablando, en ninguna ocupación u oficio.

Ante todo, hemos de analizar nuestra situación personal como asegurado, tanto si eres un trabajador dependiente o eres autónomo, ya que los subsidios por invalidez que provienen del INSS dependerán de cómo te declaren la invalidez, siendo la Invalidez Permanente Total la de mayor frecuencia y la que cubre tan solo el 55% de la base reguladora.

4. Enfermedades Graves

Por último, uno de los motivos importantes por el que contratar un seguro de vida es la cobertura por enfermedades graves.

Cuando se diagnostica una enfermedad grave, como puede ser el Cáncer, Infarto de miocardio o Insuficiencia renal entre otras, lo más probable es que no se pueda seguir desempeñando la actividad laboral, incrementando las necesidades económicas con las que hacer frente, como son los gastos médicos y la asistencia por dependencia.

En estos casos, esta garantía permite solicitar a la compañía un anticipo del capital asegurado, ya sea de forma total o parcial.

Junto a la cobertura por Invalidez, la cobertura por enfermedades Graves es una de las esenciales para garantizar la estabilidad económica de los asegurados ante estos imprevistos.

En general, los beneficios que el seguro de vida tiene los podríamos resumir dos: la tranquilidad y la seguridad que, ante cualquier situación, cubrirá nuestras necesidades y las de nuestros seres queridos cuando más nos haga falta.

Si tienes dudas plantéanoslas y te facilitaremos alternativas con las que poder decidir.