Otoño, una estación complicada para la vista
Nuestro organismo ha de adaptarse a la llegada del otoño por ser un cambio de estación que va del calor del verano a la bajada de las temperaturas y cambios horarios con menor duración de la luz natural, aumentando las actividades en centros cerrados con iluminación artificial y aumento de la sequedad ambiental.
En otoño es cuando los resfriados y las gripes víricas aparecen y todo ello provoca un aumento de las patologías oculares, como la conjuntivitis.
Es un momento en que hay que prevenir estos problemas y cuidar la salud ocular con ciertas pautas:
- Usar lentillas desechables
- Mantener una rutina diaria de limpieza de rostro
- Prevenir la sequedad de los ojos frente al ordenador
- Mantener una dieta rica en vitamina A
- Evitar el uso de gel hidroalcohólico antes de manipular las lentes de contacto
Las alergias frecuentes que se producen tanto en otoño como en primavera, repercuten en la vista. Los alérgenos otoñales incrementan la conjuntivitis alérgica, que, tal y como apunta el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO), afecta a un cuarto de la población española.
La germinación de plantas como la ambrosia, o el moho que se desarrolla con las primeras lluvias tras el verano son la causa de la inflamación conjuntiva ocular, picor, quemazón, lagrimeo, enrojecimiento o foto sensibilidad.
El ojo seco, la vista cansada o la conjuntivitis vírica son provocados por la iluminación artificial, los ácaros del polvo en los espacios cerrados, el humo, la sequedad de las calefacciones, los resfriados y el viento otoñal.
La conjuntivitis vírica supone hasta el 80% de los casos de conjuntivitis aguda, siendo el tipo más frecuente de conjuntivitis en la edad adulta, tal y como señala la Sociedad Española de Enfermedades Infeccionas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Entre el 65 y el 90% de los casos de conjuntivitis viral pueden ser debidas a las infecciones respiratorias superiores, resfriados o dolor de garganta, causadas por los pequeños microorganismos del ambiente.
Con el fin de mejorar nuestros hábitos de higiene ocular y prevenir problemas oculares la Dra. Maria Sanchez, e-Health Medical Manager de Cigna España proporciona unas pautas para cuidar la salud ocular en Otoño:
Usar lentillas desechables. La mejor opción para quién sea propenso a padecer alergias oculares. Quién apueste por las lentillas quincenales, mensuales o de uso prolongado es muy importante que se ocupe de la limpieza y desinfección constante.
Prevenir la acumulación de bacterias en las manos y la cara. La sequedad de las manos y la cara debido al sol, el viento y el frio pueden acumular baterías que dañen los ojos. Limpiar diariamente el rostro y aplicar crema hidratante. Cambiar asiduamente las fundas de las almohadas.
Potenciar una dieta rica en vitamina A desde la infancia. Tomar frutas y verduras de color anaranjado, leche, queso, mantequilla o pescado azul como el salmón o las anchoas.
Evitar la sequedad ocular frente al ordenador. Practicar jercicios visuales de relajación, parpadear a menudo, utilizar lágrimas artificiales. Adecuar los espacios de trabajo para una buena ergonomía visual para evitar mareos, fatiga visual, visión borrosa, enrojecimiento de los ojos o lagrimeo.
Extremar la higiene de manos y uñas y tener cuidado con el gel hidroalcohólico. Lavarse bien las manos con abundante agua y jabón hasta el antebrazo no olvidando de limpiar a fondo las uñas. No usar en lo posible gel hidroalcohólico y, si es necesario hacerlo, no manipular las lentes de contacto ni frotarse los ojos después. El alcohol se queda impregnado en la yema de los dedos y provoca irritaciones, rojeces e incluso lesiones en los ojos.
Limpieza ambiental sin polvo. Procurar no estar en lugares que no estén limpios y ventilados. Airear el ambiente, bien iluminado y sin exceso de partículas en suspensión. Usar humidificadores, evitar el polvo en las alfombras y el humo del tabaco.
Llevar gafas protección cuando se practica deporte al aire libre. El otoño es una estación perfecta para practicar deportes al aire libre, como los de aventura y el ciclismo. El viento, los mosquitos y las partículas de polvo y arena son cuerpos extraños que pueden afectar el sistema visual produciendo graves irritaciones en los ojos e, incluso, dañar la superficie ocular.
Acudir al oftalmólogo una o dos veces al año. Además de todas estas medidas preventivas es fundamental acudir al oftalmólogo una o dos veces al año a fin de evitar afecciones visuales que alteren nuestra calidad de vida y siempre consultar a un especialista ante cualquier molestia ocular.
Fuente: Cigna