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Pobreza menstrual

Pobreza menstrual

pobresa menstrual

 

Hace un mes en el blog de DKV apareció un artículo que nos pareció interesantísimo, porque aborda un tema del que nadie habla y seguro afecta a muchísimas mujeres.

¿Qué es y cómo afecta a nuestra salud física y mental la pobreza menstrual?

“La pobreza menstrual es la dificultad para gestionar y vivir de una manera digna el período”, explica Alicia Botello Hermosa, antropóloga que investiga la menstruación.

Vivimos en un mundo lleno de privilegios y comodidades y no nos apercibimos de las dificultades que en este orden de cosas otras personas puedan sufrir. En el mundo hay los países desarrollados y los no desarrollados. Y en los menos desarrollados hay millones de personas que carecen de medios económicos para comprar y pagar productos de higiene menstrual o no tienen acceso a un lugar en el que cambiarse.

Hay mujeres que incluso se ven obligadas a no ir al trabajo o la escuela durante el período. Es lo que se conoce como pobreza menstrual y, además de generar sentimientos de vergüenza, puede tener algunas consecuencias en la salud, como las infecciones vaginales.

¿Te puedes creer que dos de cada 10 mujeres, en España, tienen dificultades para comprar productos menstruales? Pues así lo confirma un estudio realizado por Jordi Gol Gurina del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria.

¿A qué productos se refiere? A productos de higiene íntima para cambiarse con frecuencia y lavarse en un lugar adecuado.

Y dirás que parecen mentira esas afirmaciones, pero ¿y si te dijera que en muchas ocasiones la pobreza menstrual es ocasionada por la denominada tasa rosa, que, con un porcentaje del IVA al 10%, en España se convierten esos productos en artículos de lujo en vez de ser artículos de primera necesidad?

Comprensas, tampones, copas menstruales, pañales o artículos para la incontinencia, productos para la higiene femenina tiene un IVA del 10% y a pesar de que hace mucho tiempo se está pidiendo que se baje al 4% o incluso que se estudie su eliminación.

Aún no se ha conseguido, a pesar del aluvión de peticiones y compromisos en conceder dicha rebaja por parte de un gobierno socialista, cuya ministra de Igualdad, Irene Montero, pertenece al partido Podemos.

De la relevancia de una hipotética bajada al 4% del IVA da idea un dato aportado en mayo por dicha ministra: “el 22% de las mujeres no puede elegir ese tipo de productos de higiene menstrual porque no pueden pagarlos”. Y a pesar de ello, no se aprobó tal medida.

Rosa María Cárdaba García, enfermera especialista en Ginecología y Obstetricia decía que no solo el acceso a estos productos permite vivir la menstruación de forma digna. También está el acceso a un baño con agua corriente.

Según el Banco Mundial unos 500 millones de mujeres, en todo el mundo, carecen de ello o están en tan mal estado, que las mujeres posponen el cambio e higiene menstrual por no cerrar bien las puertas, no tener un lugar limpio donde cambiarse, etc.

Más infecciones y otras consecuencias

En países pobres las consecuencias negativas de la sustitución de productos higiénicos por otros que no lo son, como papel higiénico, trapos e incluso pañales para niños, lavados sin jabón o incluso con agua sucia, secados en interiores y reutilizados incrementan el riesgo de padecer infecciones vaginales.

Si esa infección no se trata, explica Cárdaba, “puede derivar en una sepsis (una respuesta extrema del cuerpo a una infección, que puede provocar daños en los tejidos e incluso la muerte) de origen ginecológico que compromete la vida de la mujer”.

A ello se suma “el malestar producido por un flujo vaginal infeccioso que puede ser maloliente, sucio y abundante”, el posible dolor durante el coito o los efectos en la salud reproductiva. “Las infecciones pueden hacer que la posibilidad de un embarazo buscado sea menor y, en caso de lograrse, no es infrecuente que se generen abortos”.

Absentismo escolar

La pobreza menstrual también puede afectar al bienestar mental de muchas jóvenes, según un estudio publicado en enero del 2021 en la revista BMC Women's Health. Algo que, según Botello, puede afectar al absentismo escolar. Muchas niñas y adolescentes “se quedan en casa por vergüenza de manchar la ropa y que se note la sangre”.

La menstruación en la mayor parte del mundo está asociada a la suciedad e impureza, explica la experta la antropóloga Botello, autora del libro “Llegó la regla”. Un análisis antropológico de la menstruación en España (2020).

Varios estudios analizan cómo el período y la pobreza menstrual influyen en el absentismo escolar. Los investigadores señalan que puede deberse tanto al dolor que provoca como a la pobreza menstrual. Baños sin llave en las cerraduras, agua y jabón para lavarse o contenedores para desechar los productos usados y manchados son algunas de los elementos de los que carecen algunas escuelas y que pueden ser la causa del absentismo.

El sentimiento de miedo, confusión y vergüenza en clase, debido a fugas y caídas de material sanitario; olor y manchas de la ropa; burlas o temores de embarazo; y haber sufrido acoso por parte de estudiantes y profesores varones, son otras de las experiencias negativas que sufren las mujeres en edad escolar.

A pesar de que el tema de la pobreza menstrual parece no entra dentro de los parámetros de preocupación, de una organización como es una empresa, el hecho de que haya personas de todas las edades y sexo, ha de haber consciencia de que puede existir y que eliminar las barreras del acceso a vivir la menstruación de forma digna, también forma parte de la protección de la salud integral de las personas de la empresa y sus familiares.

Fuente: Pobreza menstrual | DKV Quiero cuidarme