No nos imaginamos nunca los imprevistos que pueden llegar a existir, que puedan detener la buena marcha de un negocio. La fuerza del agua puede ocasionar grandes destrozos:

• • Daños personales
• • Daños materiales

Últimamente el cambio climático nos anuncia una ola de tormentas huracanadas ocasionadas por la gota fría que se llevan por delante todo lo que encuentran a su paso. Árboles caídos, coches aplastados, vallas rotas, techos que han volado, paredes hundidas, depósitos de producto en elaboración rotos, existencias de producto derramado, maquinaria inutilizada, mobiliario destrozado, mercancías dañadas por el barro e incluso destrozadas o arrastradas por la fuerza del agua, etc...

Si una zona queda tan destrozada que la declaran zona catastrófica se encargará el Consorcio de Compensación de seguros en sufragar los gastos de reconstrucción y sustitución de los bienes asegurados. Si no fuera así sería la propia compañía la que se haría cargo de la indemnización del siniestro. Pero no olvidemos que el seguro debe estar correctamente emitida y que los capitales, en principio serán los que recibirán como indemnización. Serán los que figuran en la póliza suficientes para reconstruir de nuevo un edificio, la maquinaria y toda la pérdida ocasionada al negocio? Toda empresa debe revisar sus pólizas de seguro al menos una vez al año a la vez que hace un cierre del ejercicio contable. Tener unos buenos asesores que velen por recordar estas revisiones, regularizaciones y modificaciones de la póliza en caso de inversiones o cambios es muy importante.

Deseamos que todos los afectados por daños materiales de las tormentas sufridas en todo el largo de Cataluña esta tarde pasado hayan tenido la contratación de un seguro adecuado a los valores reales de su pérdida.

En especial en la Celler René Masdéu que su propietaria ha visto desaparecer por completo tantos años de trabajo tragados por las aguas del río Francolí.