¿Menos aviones y más trenes para hacer sostenible el planeta?
¿Viajar en avión o usar otro medio de transporte? La pregunta se está convirtiendo para muchos en un dilema ético debido al impacto de la aviación en el cambio climático. Y ningún país ha tomado ese dilema tan en serio como Suecia, donde se ha extendido un nuevo término, flygskam, que significa, literalmente, "la vergüenza de volar". El nombre se refiere a un movimiento creciente en el país escandinavo, que urge a los pasajeros a no volar y a elegir medios alternativos de transporte para reducir su huella de carbono.